El auto de colección fue vendido por Paul Pappalardo a un comprador anónimo durante la semana pasada. Y, si bien la operación se hizo bajo estricto secreto, trascendió que la suma en que se vendió fue de US$ 52 millones.
La Ferrari 250 GTO fue un modelo de los que sólo se fabricaron 39 vehículos, especialmente diseñado para competencia. La sigla GTO refiere a Grand Turismo Omologato (homologado para competencias Gran Turismo) y desde siempre fue concebido como uno de los vehículo más exclusivos.
El auto que Pappalardo acaba de vender en a cifra única no es un ejemplar más, sino que además cuenta con una victoria en la competencia Tour de France del año 63.
Para poner en contexto esta transacción, la última Ferrari 250 GTO de la que se tiene registro había sido vendida en 2012 por la módica suma de US$ 35 millones. Por otro lado, el modelo original, allá por el año '62 tenía un precio de mercado de sólo US$ 9600.
Ahora bien, dejando de lado los autos de colección, cuyo valor simbólico es mucho mayor a su valor material, el vehículo de producción regular más caro del mundo es el Lamborghini Venom, un deportivo de US$ 4.3 millones.
Fuente: Conexionbrando.com
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