De a poco el Autódromo porteño va calentando motores. Luego de que la Legislatura aprobara la ley para concesionar parte de sus terrenos y obtener fondos para recuperar la pista y las tribunas, el Gobierno de la Ciudad comenzó a adelantar inversiones. Así, el calendario deportivo ya arranca: este fin de semana se disputará una fecha del Súper TC 2000, y respecto del año pasado habrá el triple de carreras de las categorías más importantes, incluyendo la vuelta del Turismo Carretera.
El plan para reactivar el Autódromo tiene dos partes. La primera, una inversión de cerca de tres millones de dólares que comprometió el Gobierno porteño para reactivar las competencias. Esas tareas ya están en marcha: según informaron en la Subsecretaría de Deportes, los muros de contención que se usaron para el circuito callejero de la Fórmula E, que se corrió en febrero en Puerto Madero, ahora están siendo instalados en el perímetro del lago de la pista de Villa Soldati. Estos trabajos durarán hasta el mes que viene, y luego durante el resto del año habrá intervenciones en las tribunas, los sectores de boxes y el resto de las áreas deportivas. El complejo deportivo tiene capacidad para 60.000 personas.
Así, se podrá aumentar la actividad deportiva del Autódromo Oscar y Juan Gálvez, que en los últimos años perdió mucho protagonismo. De hecho, en el Gobierno porteño confirmaron que este año habrá otra fecha más del Súper TC 2000, una del Top Race V6, tres del TC 2000, una de Turismo Nacional y, sobre todo, la vuelta en agosto del Turismo Carretera, que no se corre en Buenos Aires desde diciembre de 2014. Además habrá competencias de otras categorías y de motos.
La segunda etapa es la más ambiciosa. En diciembre pasado la Legislatura autorizó la concesión de 41 de las 180 hectáreas del Autódromo, las que dan a la avenida Roca. En esos terrenos se abrirán calles y espacios verdes de acceso público, pero sobre todo se concesionarán lugares para la instalación de concesionarias, talleres mecánicos, negocios de autopartes, locales gastronómicos y de otros rubros pero todos relacionados con el mundo automotor. Hasta se menciona la posibilidad de abrir un Museo del Automóvil, que gestionaría el Automóvil Club Argentino. Las empresas que se acerquen tendrán exenciones en Ingresos Brutos, Sellos y otros impuestos porteños.
Esas concesiones durarán hasta 30 años y estarán en manos de un fideicomiso controlado por el Gobierno porteño. Ese organismo será constituido en agosto, para que las obras arranquen el año que viene.
La idea es comenzar por los terrenos que dan a Roca entre la General Paz y Larrazábal. Allí la inversión privada rondaría los 4,5 millones de dólares, a lo largo de unos tres años. Luego continuarán por los lotes desde Larrazábal hasta Escalada. Se estima que la urbanización se completaría dentro de unos diez años.
Este método de inversión pública y privada ya se usa en otros autódromos del mundo. El proyecto fue aprobado por 41 de los 60 legisladores, y tuvo el apoyo del ACA, la Asociación de Corredores de Turismo Carretera, la Federación Argentina de Motociclismo, la Asociación de Fabricantes de Automotores y la Asociación de Concesionarias.
En los últimos años el Autódromo entró en un franco declive, con poca actividad deportiva, instalaciones clausuradas y parte de sus terrenos utilizados como depósitos de autos de concesionarias. Su puesta en valor se suma a otros proyectos en marcha en la zona sur. "La recuperación del Autódromo, la puesta en valor del Parque Indoamericano, la integración del Barrio 20, la Terminal Dellepiane, la Villa Olímpica, el Centro de Transferencia de Cargas y el Parque Olímpico forman parte de esto que traerá muchos beneficios para la gente que vive en Soldati, Lugano y Villa Riachuelo”, afirmó el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli.
Fuente: Clarín
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